Por: Gonzalo Vial L. Director ejecutivo Fundación Huella Local
Hace 5 años comenzamos con este sueño llamado Huella Local, fundación conformada para actuar en pos del desarrollo local, colaborando directamente con los municipios más vulnerables y/o rezagados del país, mediante el desarrollo de proyectos de infraestructura con alto impacto social.
Nuestro modelo de innovación social, se sustenta a partir de 3 pilares fundamentales: justicia, definida por la RAE como “principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece”; solidaridad (“Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”), y cohesión social, definida por el sociólogo Emile Durkheim como el grado de consenso de los miembros de un grupo social y la percepción de pertenencia a un proyecto común. En este sentido, evaluando nuestra sociedad actual, podemos ver un alto grado de desconfianza entre los distintos estamentos y una alta desafección de la ciudadanía, además, el sistema político no ha dado el ancho para lograr ser permeado por los ciudadanos.
¿Cuál es el problema? A través de la experiencia que hemos alcanzado en diversos territorios de Chile, creemos que hacen falta instancias de encuentro.
Hoy, el poder adquisitivo se ha transformado en la barrera para que los chilenos nos miremos a la cara, por esto, a través de nuestro modelo, queremos seguir facilitando ese espacio de encuentro, relevante para los desafíos que se avecinan y así, logremos ponernos de acuerdo y encontrar caminos comunes para construir una sociedad más justa y solidaria, pero, sobre todo, fuertemente cohesionada.
Para muchos quizás esto es una ilusión de larga data, sin embargo, esta forma de trabajar nos ha permitido generar una nueva de gobernanza en más de 26 comunas (en 10 regiones), colaborando en el desarrollo de más de 110 proyectos de alto impacto social a través de alianzas público-privadas, donde más de 30 empresas han visto en el modelo de gobernanza de Huella Local una oportunidad para alinear sus estrategias de RSE con las de los gobiernos locales en zonas donde convergen.
A esto se suma un tercer actor relevante: la comunidad, participantes activos en todo el proceso, desde el diseño de una plaza hasta la ubicación de una red de alcantarillado. Propuesta que de forma mancomunada, nos ha permitido apalancar USD$11,5 millones de fondos públicos que sin este modelo, no estarían llegando a las comunas que más lo necesitan.
Actualmente aún existen 84 comunas en Chile con altos índices de vulnerabilidad (definidas por el índice Huella Local), localidades que sienten con tristeza la ausencia de recursos y medidas de apoyo. En esa línea, valoramos la invitación que nos han hecho la Asociación Chilena de Municipalidades para trabajar en conjunto, y 3 carteras de Estado para impulsar dos programas enfocados en el apoyo de estos territorios y colaborar en la Mesa N°1 de Compromiso País (Servicios básicos y sanitarios), instancia donde junto a los miembros realizamos un diagnóstico que arrojó cifras alarmantes, como que más de 1.150.000 de chilenas y chilenos aún no cuentan con agua potable en sus hogares.
En el marco de la celebración de nuestro quinto aniversario, hacemos un llamado hacia un nuevo pacto social y territorial, el cual de una vez por todas permita el desarrollo justo y equilibrado de todo el territorio. Hoy más que nunca seguiremos impulsando con fuerza esta forma de gobernanza territorial, la cual se basa en la colaboración multisectorial, con el convencimiento de que es la gran solución para acortar diferencias y brechas históricas.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.