Por: Nicolás de Camino. CEO y Co-Fundador de Xepelin
El mercado financiero siempre ha sido muy competitivo, difícil y cuesta arriba para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, por el simple hecho de contar con menos capital, convirtiéndose en actores invisibles para los agentes tradicionales. Esta injusticia financiera siempre ha existido, cuyos protagonistas han tenido que vivir a lo largo de su historia los mismos procesos una y otra vez, siendo muy complicado salir adelante tropezando con barreras e impedimentos para crecer y potenciar los negocios, las pymes y los sueños.
Afortunadamente, y como en muchas otras historias, podemos decir que la innovación ha hecho lo suyo llegando al sector FinTech, entregando herramientas con conciencia y valor de justicia, para emparejar la cancha y democratizar los servicios financieros. Esto conlleva a que un mayor número de personas puedan contar con acceso a diversas opciones para administrar o mover su dinero.
Lo anterior, tiene como base y lineamiento entregar una oportunidad real a todos aquellos que han y hemos visto, entorpecer nuestros sueños por las barreras del mercado, que no tiene ojos para los proyectos pequeños y medianos por no ser viables o riesgosos. Ejemplos de ésto hay muchos y hoy se pueden traducir en un par de unicornios.
Las FinTech debemos ir más allá, buscar proyectos para potenciarlos y darles la identidad que merecen. No solo basta con otorgar financiamiento directo a los proyectos que se presentan, sino que también ser un alivio al dolor de cabeza constante que sufren millones de emprendimientos. El foco principal es entregar soluciones en pronto pago, créditos de capital de trabajo, confirming, supplier management y muchos otros servicios asociados, para que nuestros clientes solo se dediquen a lo que mejor saben hacer; fabricar y vender.
Nuestras experiencias profesionales, junto a las de cientos de empresas de todos los rubros, nos obligan a reformular el mercado, buscar un espacio y desarrollar estrategias en función del valor que tenemos como empresa, pero más importante aún, como personas. La justicia financiera debe ser para todos, y eso es lo que nos mueve día a día para capturar lo mejor que sabemos hacer y entregarlo en forma de solución.
Sabemos que ya hemos avanzado mucho desde que dimos nuestros primeros pasos, pero esto sigue, a las Fintech nos queda mucho más por descubrir, aprender y analizar para continuar brindando un financiamiento real, sin doble lectura y con total transparencia. Para Chile, Latinoamérica y próximamente el mundo.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.