Por: Leticia San Segundo. Country Manager de Solunion en Chile
En un entorno global complejo, con un aumento en la inflación, el seguro de Crédito surge como una herramienta eficiente para mitigar los riesgos empresariales. Según el Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central de Chile, publicado el año 2021, la pandemia afectó negativamente la calidad de los activos bancarios, lo que dificultó el cumplimiento de las obligaciones de pago de las empresas. En este desafiante contexto económico, este sector, considerado contra cíclico, ha experimentado un crecimiento impulsado por la demanda relacionada con el riesgo de impagos.
A pesar de este aumento, es innegable establecer que los seguros de Crédito no han recibido la atención adecuada en Latinoamérica, lo cual se evidencia en la baja contratación de este tipo de coberturas en la región, la que representa en promedio un 2-3% del PIB, según datos de la OCDE.
En este escenario, estos servicios presentan desafíos debido al desconocimiento y complejidad que implican. Tanto para grandes multinacionales como para pymes, el proceso de obtener y contratar un seguro de Crédito puede resultar dificultoso.
Por lo tanto, contar con el asesoramiento de un profesional capacitado en gestión de riesgo crediticio es fundamental. Estos expertos evalúan con precisión los riesgos, diseñan políticas adecuadas y ofrecen recomendaciones sólidas para ayudar a las empresas a enfrentar este desafío.
Para hacerlo eficazmente, la atención personalizada y el acompañamiento son de vital importancia. Es esencial adaptar el seguro teniendo en cuenta los objetivos y características particulares de cada caso. Comprender completamente sus necesidades y metas resulta fundamental para brindar el servicio adecuado y fomentar el crecimiento de sus negocios.
Para tomar decisiones informadas y establecer límites de crédito adecuados, es clave llevar a cabo un análisis detallado de la situación financiera de los posibles clientes y evaluar su capacidad de pago. Al adoptar un enfoque personalizado, los asesores especializados pueden realizar una exhaustiva revisión de los estados financieros, informes relevantes y otros datos pertinentes para determinar el nivel de riesgo asociado a cada empresa.
La cercanía y presencialidad son elementos que permiten a los profesionales brindar un asesoramiento personalizado y una planificación estratégica adaptada a las necesidades específicas de cada empresa. Estos especialistas pueden establecer un diálogo directo con los clientes, comprender sus objetivos comerciales y ofrecer soluciones a medida. Ya sea a través de la modificación de los términos de la póliza de seguro o de recomendaciones para mejorar la gestión del riesgo crediticio, su acompañamiento es fundamental para maximizar los beneficios y reducir los posibles inconvenientes.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
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