Por: Maximiliano Andrade R. Estudiante de Administración Pública. Vocero de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de O’Higgins (COS)
En las últimas semanas hemos visto como surgen una gran cantidad de candidatos. Hay candidatos para todos los gustos, pero no hay candidatos reales. La gran mayoría de los candidatos surgen tras una convicción heroica interna, no tienen base y muy poca representación.
En el distrito 15, hay 48 candidatos buscando un patrocinio independiente, no existe un conteo claro con respecto a los candidatos de los partidos, pero imagino que deben ser más de 100 para 6 cupos. Esto no es sorpresa, esto es el reflejo claro de un síntoma que viene aquejando a la izquierda desde hace mucho tiempo. Es por ello que hoy es necesario más que nunca lograr la unión.
Es necesario que se establezca un gran acuerdo en base a un programa de gobierno y de futuro acorde a las necesidades de la gente y no a necesidades personales o partidistas. De lo contrario, en abril veremos como nuevamente nos juega en contra nuestra ideología, nos daremos cuenta que nuevamente pudimos generar un cambio y que perdimos la oportunidad.
Entonces diremos, que hemos sido “engañados”, cuando los únicos engañados somos nosotros mismo al no ser capaces de hacer algo realmente colectivo y sustentado en el anhelo de un Chile mejor para todos.
Ya no es tiempo de apelar a un nuevo estallido y a la conciencia de la gente. Puesto que se ha visto como la gente ha dejado de manifestarse por las mismas consignas que nos hicieron salir a la calle.
Es tiempo de ser racionales y lógicos, de ponernos de acuerdos en puntos básicos y buscar los cambios reales. Esta elección no es la última, pero si es la más importante, por lo mismo es necesario ganar la constituyente, pero lamentablemente en estos momentos, tal como están las cosas, nuestras mismas “convicciones” nos alejan de tal meta.
Hago un llamado abierto al diálogo, a buscar caminos de entendimiento y conceso que realmente nos hagan libres, que hagamos la necesaria autocrítica quienes hemos podido generar o hacer algo distinto y no lo hicimos o lo hicimos mal, que no se sigan rompiendo espacios colaborativos y de real participación ciudadana para satisfacer deseos partidistas o personales.
Es el momento de generar el real cambio que queremos, sino todo por lo que hemos luchado será en vano. Tenemos que ser capaces de hacer verdad los sueños de la gente, tenemos que unirnos y cautelar que el contenido de esta nueva Constitución responda realmente a las demandas de los chilenos comunes y corrientes, esos mismos chilenos que salieron a la calle a marchar y a gritar con fuerza ¡ya no más!.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.