Por: Pamela González. Executive Manager, Mining & Technical Divisions. Michael Page
En los últimos días se ha hablado del valor de la inclusión y diversidad en las empresas, dejando de lado uno de los principales desafíos: la territorialidad de las vacantes. El desempleo en las personas con discapacidades distintas está causado por la falta de oportunidades, sumado a una falta de diagnósticos territoriales, o sea de datos consistentes, respecto la oferta laboral y a la demanda por parte de personas con discapacidad.
Cabe mencionar que nuestra actual normativa proviene de la aplicación de ésta en otros países, como por ejemplo Canadá, donde la distribución empresarial es más bien homogénea.
Eso nos lleva a encontrarnos con lugares, donde el número de personas con discapacidad y los puestos de trabajo es muy distinta a la de otros, produciéndose un desequilibrio.
Asimismo, es necesario considerar que, como dice la ley, el 1 % es exigible a empresas grandes, cuyas casas matrices están en su gran mayoría en la región Metropolitana. Ello prevé que su aplicación, seguramente, se cumplirá en esta región, donde se puede controlar dicho cumplimiento, a diferencia de otros lugares mucho más apartados o remotos.
Por lo mismo, es necesario dotar a cada región del país de un diagnóstico pertinente que aproxime ambas variables: potenciales puestos de trabajo y perfiles laborales con cierto grado de discapacidad.
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