Por: Karla Escobar M. Abogada del Programa de Género y Equidad de la UTEM
Este 8M se conmemora el Día Internacional de las Mujeres, mientras recordamos que hace un año atrás el Covid-19 se instalaba en Chile, dejando hasta la fecha una estela de consecuencias físicas y mentales, pero asestando también un duro golpe a las mujeres, lo cual ha sido definido por la CEPAL como “un obstáculo para el logro de su autonomía”.
En este tiempo, muchas mujeres han visto incrementado sus trabajos, tanto remunerados como aquellos que no, y miles quedaron cesantes, aunque no desocupadas, sino asumiendo extensas jornadas de trabajo doméstico, ya fuera cuidando a sus hijos/as u a otras personas en casa; accediendo a trabajos informales para contar con dinero y muchas, además, cumpliendo labores comunitarias y de apoyo, como cocinar en las ollas comunes de los barrios.
Pareciera que las mujeres siempre hemos vivido en crisis, pues a un año de la llegada de la pandemia, las tareas de cuidado se han vuelto continuas, la cesantía de mujeres jefas de hogar se ha incrementado, las ollas comunes continúan, lo que demuestra la fragilidad en que se ha sostenido la inserción de las mujeres en el mundo laboral desde siempre, enfatizando, además, que estas tareas nunca han tenido fecha de término.
Por otro lado, según cifras de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, en el año 2020 hubo 58 femicidios, 3 suicidios feminicidas y 6 asesinatos por Violencia Femicida. Cifras dolorosas y alarmantes, que tuvieron un matiz particular debido a las circunstancias en que estos crímenes se cometieron, en medio de la pandemia y con mujeres que han estado obligadas a compartir el mismo espacio con sus agresores.
En este 8M tampoco debemos olvidar a todas aquellas que han estado y están al frente de la batalla contra el Covid-19. Trabajadoras del sector de la salud, médicas y científicas; a quienes permitieron que los servicios básicos siguieran operando; a las que lideran organizaciones de apoyo a las comunidades más vulnerables; a las que coordinan el trabajo solidario de las ollas comunes; a las cuidadoras de personas mayores, de personas en situación de discapacidad, de niños, niñas y adolescentes, en fin, a aquellas que en esta pandemia han debido aumentar sus esfuerzos debido al rol asignado socialmente.
Dentro de este panorama se conmemora el Día Internacional de las Mujeres en Chile. Un día donde nuevamente las mujeres debemos seguir exijiendo el reconocimiento de nuestros derechos desde y en todos los espacios, por el respeto a las diversidades y por fortalecer la corresponsabilidad, visibilizando y revalorizando el trabajo de cuidados, y por supuesto nunca perdiendo de vista la imperiosa necesidad de habitar espacios libres de violencia.
¿Cuánto tiempo más tendrá que pasar para que se reconozcan los derechos de las mujeres?, ¿Cuántos 8M tendremos que conmemorar para que la sociedad se haga cargo de que más del 50% de la población es permanentemente discriminada?
Anhelo el día en que ser mujer, deje de ser un riesgo.
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