Por: José Ignacio Avello. Magister en Ciencias Políticas y Comunicaciones. Consultor en Marketing Político
Para comenzar esta breve reflexión debemos ir al año 2018, año del triunfo del presidente Sebastián Piñera quien, desde un principio, demostró una pésima conducción política y poca capacidad de acuerdos con los propios partidos del oficialismo. Tanto así que en su gobierno han existido más cambios de autoridades que en ningún otro que yo recuerde.
En este contexto, la pandemia, por su parte, ha sido algo complejo para el planeta entero, pero al gobierno chileno de turno, sólo le dejó opción de realizar actos de magia e ilusiones para poder sostener algo de apoyo. Se ha jugado con la gente durante tanto tiempo que ya se aprecia un desgaste en estos trucos que harían revolcarse en su tumba al mismo Harry Houdini.
Entre estos trucos destaca el nivel de manipulación comunicacional, el mismo acto de generar conflictos políticos y sociales para desviar el foco de atención de los verdaderos problemas del país. Esta razón explica el porque existe hoy un alto porcentaje de personas que votaron por este gobierno y hoy están sumamente arrepentidos, es decir existe el problema, o más bien se ha creado el problema, dándole una supuesta solución a la ciudadanía. Pero la gente cree. Después nos llenamos de ilusiones y terminamos aún peor y con miles de trampas en el sistema.
Si vamos al método comparado de Sartori, pensando en que x causa y… a sabiendas de que la ciencia política es una ciencia con enfoque comparado, podemos detenernos en esto y analizar los fenómenos que están ocurriendo en el oficialismo. Tanto en el parlamento como en la sección oficialista de la convención constituyente, vemos como el poder ejecutivo perdió mucha fuerza con la amplia mayoría que tiene un sector que sí está en sintonía con los verdaderos cambios que requiere Chile y la ciudadanía. Es decir, el gobierno está pasando por su peor pesadilla. Una donde no saben cómo actuar o que decisiones tomar, tratando de manejar a sus propios constituyentes cómo títeres para defender su actuar nefasto y sin sentido de realidad.
También podemos comparar cómo parlamentarios del mismo sector se cuadran con una idea y real sentido de país, conducción, realismo, liderazgo y trabajo social a escuchar a la gente. Algunos legisladores de ese mismo sector han sido muy críticos con respecto a designaciones de autoridades por parte del ejecutivo para coordinar temas con la CC, debido a su falta de preparación y poca neutralidad ante un proceso tan importante como es la redacción de la nueva Constitución.
Entonces, si X es Y… es decir, si la cabeza del ejecutivo está en clara descoordinación con sus parlamentarios, pero sí en sintonía con sus constituyentes (en pleno desorden), podemos decir que en más de 3 años de gobierno no entendieron absolutamente nada con respecto a las necesidades del pueblo, por lo tanto no es necesario culpar a una pandemia o situaciones conflictivas que aparecen día a día para no asumir la realidad. En este gobierno, finalmente, no se avanzó en nada.
La falta de liderazgo del presente ejecutivo, reflejada desde un inicio, también es evidencia de lo que está pasando desde la conformación de la convención constituyente, donde todo Chile se dio cuenta de la falta de interés y apoyo en este proceso hermoso por parte de La Moneda.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.