A través de proyecto encabezado por la Universidad Católica del Norte se busca poner en valor una zona casi desconocida de la Cordillera de la Costa en la Región de Antofagasta

Mostrar un territorio casi desconocido, que incluye flora, fauna, clima y lugares únicos a nivel mundial en una de las zonas más áridas del planeta, es el desafío que plantea un innovador proyecto que busca potenciar el turismo de intereses especiales en el sector costero del desierto de Atacama.

La idea es promover las bellezas naturales y singularidades de una franja de cadenas montañosas y quebradas que se extienden a lo largo de la denominada Sierra Vicuña Mackenna, entre Antofagasta y Taltal, en el sector de las cumbres más altas de la  Cordillera de la Costa, área con potencial turístico en el norte de Chile.

El proyecto, que considera recursos por 100 millones de pesos, fue adjudicado en el Tercer Concurso de Acción Regional de Conicyt-Innovación Social, e incluye abordar temas relacionados con ciencia, historia, territorio, clima y antiguos asentamientos humanos, para así poner en valor rutas turísticas con distintos tipos de información para públicos variados.

En su desarrollo participan la Universidad Católica del Norte (UCN), Antilhue Tours, OTEC-Oficia, Suvenir y el Centro de Investigación Jülich de Alemania, quienes, desde sus respectivas capacidades, contribuirán a hacer realidad una iniciativa que abre amplias posibilidades de crecimiento y desarrollo.

“Queremos poner en valor una ruta que incluye múltiples sorpresas para el visitante. Es un lugar con gran variedad de especies endémicas únicas en Chile”, resalta la Dra. Bárbara Fuentes, académica del Departamento de Ingeniería Química de la UCN. A estos atractivos se añaden hermosas vistas y sitios con arte rupestre, como la quebrada del Médano, en las cercanías de Paposo.

La investigadora apunta que el proyecto potenciará el turismo de intereses especiales en la Región de Antofagasta, abriendo un abanico de posibilidades más allá del ya consolidado destino que ofrece San Pedro de Atacama.

“Queremos crear circuitos que incluyan trekking y avistamientos, entre otras alternativas”, explica el empresario Dusan Todorovic, quien es guía turístico y uno de los impulsores del proyecto. Añade que en el territorio es posible encontrar pequeños mamíferos, lagartos, insectos y anfibios propios del lugar, como sapos.

El emprendedor explicó que la iniciativa pondrá en valor rutas y territorios que necesitan ser preservados, y que en lo social generará nuevos productos y servicios sustentables que favorecerán y darán nuevas oportunidades laborales a los habitantes de poblados y lugares como Paposo, Taltal, y Caleta El Cobre, entre otros.

“Esperamos que active el turismo y genere una red económica complementaria, con el desarrollo de hotelería, restaurantes y venta de recuerdos, entre otras posibilidades”.

En este contexto, agregó que el proyecto parte con el pie derecho, ya que cuenta con el apoyo y respaldo de Conaf, Sernatur y de los ministerios de Medio Ambiente; y de Economía, Fomento y Turismo.

Ruta Patrimonial

Se espera que los circuitos y rutas turísticas estén disponibles y abiertos a la comunidad a partir del segundo semestre de 2018.

“Hay mucho conocimiento que queremos transmitir para que la gente lo pueda disfrutar”, indicó la Dra. Bárbara Fuentes, quien señala que es fundamental que la población tenga acceso a estos lugares, para así poderlos apreciar, entender y valorar.

“Estamos orientados a la conservación y a las buenas prácticas. Queremos cuidar el entorno”, pone de manifiesto la académica, quien resalta el apoyo científico que entrega la UCN, a través de sus departamentos de Ingeniería Química y de Ciencias Geológicas.

En la puesta en marcha de la iniciativa, cuyo nombre oficial es “Co-Creación y puesta en valor de rutas y experiencias turísticas y científicas, enfocadas en la evolución y límites de la vida bajo condiciones de extrema aridez para fomentar la innovación social en la región de Antofagasta”, participa un equipo interdisciplinario de especialistas de distintas instituciones.

En este grupo resalta el aporte de los académicos de la UCN, doctores Bárbara Fuentes, Francisco Remonsellez y Rodrigo Riquelme, así como del investigador del Centro de Investigación Jülich, Dr. Ronald Bol.