Por: Margarita Ducci B. Directora Ejecutiva Red Pacto Global Chile ONU – UNAB
A principios de los setentas, 20 millones de estadounidense salieron a las calles a manifestarse por los problemas relacionados con la excesiva contaminación y cómo ésta estaba afectando la biodiversidad del planeta. Ya ha pasado casi medio siglo, y a pesar de los avances científicos y tecnológicos, el problema ambiental ha seguido creciendo de manera exponencial.
Hemos generado un ambiente hostil para los seres vivos. Según datos de la OMS, sobre un 25% de las muertes de niños menores de cinco años se deben a la contaminación ambiental y ya son más de 17 mil especies que se encuentran en peligro de extinción.
Muchas veces, el problema radica en acciones cotidianas. Tirar una colilla de cigarrillo al suelo, tarda alrededor de 12 años en degradarse; una bolsa de plástico, 150.
Recordemos, además, que de los 17 millones de toneladas de residuos que se generan anualmente en Chile, apenas un 10% se recicla.
Todos estamos de acuerdo en lo que significa e implica la contaminación de la Tierra. Es un hecho que nos preocupa. Pero, nuestra propia supervivencia y la de cientos de especies animales y vegetales está en nuestras manos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.