Las gerencias de Servicios y de Tranques, Relaves y Recursos Hídricos de la empresa, incrementan su gestión frente a uno de los años más secos de la historia y hacen un claro llamado a trabajadoras y trabajadores a cuidar el agua turno a turno, día a día
El 2019 que recién da sus primeros pasos está dentro del 10% de los años más secos de la historia registrada en la región, según la información de la Superintendencia de Recursos Hídricos de El Teniente.
Las gerencias de Servicios y de Tranques, Relaves y Recursos Hídricos incrementan su gestión frente a un escenario que también exige hacer las cosas de manera distinta.
La transformación parte por cada trabajadora y trabajador que forma parte de la División, tanto a la hora de usar el agua en baños, camarines o casinos, como en su uso en la tarea o proceso que realizan, de modo de ser lo más eficiente posible sin derrochar el recurso.
Eficiencia
La Gerencia de Plantas de El Teniente, que utiliza cerca del 80% del agua que requiere la División, logró un histórico make up (consumo de metros cúbicos de agua fresca por tonelada procesada de mineral) de 0,71 en 2018.
Sin embargo, es necesario que la eficiencia llegue también a los demás procesos. Para ello, la Superintendencia de Recursos Hídricos de la empresa trabaja en un plan de instrumentación, que permitirá monitorear en línea los flujos, de modo de gestionar mejor los consumos de cada proceso.
“Los consumos de la Fundición, Mina y Servicios son menores respecto de la Planta, pero tampoco hay que dejarlo pasar. Estamos trabajando para poder medir los flujos que enviamos a cada proceso, para tener un control más fino y así optimizar el uso del recurso en este escenario de escasez”, destaca Perla Bettiz, jefa de Unidad de Agua Industrial.
Entorno
La División consume 2% de los derechos de agua en la parte alta e informa de todas sus extracciones a la Junta de Vigilancia del Río Cachapoal, lo que promueve la transparencia en la gestión y aporta a la construcción de confianzas entre todos los usuarios de la cuenca del Rapel.
“No hay vida sin agua. El Teniente la requiere para producir y seguir aportando al país, pero no está aislado y cualquier uso indebido impacta a quienes están geográficamente más abajo: nuestras familias, comunidades, agricultores, ecosistema. Por eso debemos ser conscientes en todo lo que hagamos cuando utilicemos agua, tanto en los procesos productivos como en las cosas más domésticas en baños, camarines, casinos”, comentó Rodrigo Correa, Superintendente (s) de Recursos Hídricos.
Consciencia y aporte
El llamado a cada tenientina y tenientino es a tener consciencia de que el agua es un recurso escaso y que la División lo está gestionando de una manera distinta a lo que hacía en el pasado, especialmente en lo que tiene que ver con incidentes operacionales.
“Si antiguamente había pérdida de agua se consideraba como una anomalía a resolver, pero sin mayor urgencia. Hoy la urgencia es máxima gracias a la norma corporativa NCC38 donde cualquier filtración es reconocida como un incidente ambiental, que genera brechas y una serie de investigaciones que nos obligan a cerrarlo”, señaló Daniel Gómez Caorsi, superintendente de Servicios a las Personas y Equipos.
“Lo que se busca va mucho más allá de no contaminar, apuntamos a no perder un recurso natural que canalizaste y potabilizaste para poner a disposición de nuestra gente. Ese es el llamado, hay que levantar estos temas, mientras nosotros como Superintendencia de Servicios a las Personas nos comprometemos a reparar esas brechas con premura”, agregó.
Sala de control para una gestión centralizada y optimizada
La Superintendencia de Recursos Hídricos cuenta con una sala de control en Barahona, desde donde monitorea flujos, presiones, niveles de estanques y de procesos, en forma automatizada a distancia y también desde terreno, con apoyo de personal propio y colaborador.
“Tenemos mucha información instantánea, por ejemplo, del nivel de un estanque. Eso nos indica que una planta está consumiendo más, pero también nos puede alertar de una rotura que podemos detectar a tiempo y tomar las medidas en forma rápida”, indicó Claudio Quidel, operador experto de la Unidad Agua Industrial.
“Al controlar la alimentación a través de válvulas automáticas podemos también evitar derrames, que aunque sean de agua fresca se consideran como un impacto y deben ser informados, nos llevan a movilizar personal y perdemos recurso hídrico, que es lo que más buscamos evitar”, añadió.