Por: Francisco Silva. Kingston Technology
La filtración de los datos de más de 14 mil tarjetas de crédito se suma a una seguidilla de acontecimientos que en el último tiempo ha sembrado las dudas respecto de los niveles de protección que tiene nuestra información más valiosa y privada.
A nivel informático no es fácil determinar el origen de la filtración, pero bien vale tomar en cuenta que actualmente existen distintas tecnologías capaces de garantizar la protección de los datos que portamos, y que pueden convertirse en un útil aliado para la seguridad en general.
Se trata de dispositivos muy pequeños como un pendrive, que integran la denominada “encriptación por hardware”. Esta tecnología utiliza una clave de cifrado de 256 bits, que hasta hoy jamás ha sido vulnerada, y por ende garantiza que los datos contenidos no caerán en manos de terceros. Incluso si el dispositivo es robado, el intruso tiene sólo 10 intentos para ingresar la clave correcta, o de lo contrario la información es eliminada por completo.
Esta tecnología también está presente en algunos componentes como unidades de estado sólido, y que cada vez más computadores integran en lugar del clásico disco duro, permitiendo que la información almacenada posea las máximas barreras de protección.
Lo que ocurrió con las tarjetas de crédito recientemente no hace más que confirmar que las formas de vulneración de nuestros datos son múltiples y cada vez hay nuevos métodos, aunque la cultura del resguardo debe comenzar en cada individuo, y ya existen tecnologías que ayudan a minimizar el riesgo de robo de datos.
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