Proyecto, impulsado por la carrera Ingeniería Ejecución y Prevención de Riesgos, busca facilitar la formación de estudiantes de pregrado – trabajadores de la casa de estudios superiores

La realidad virtual favorece la asimilación de conceptos complejos o abstractos, aumenta la motivación, incrementa la interacción o feedback, potencia los entornos colaborativos y optimiza la curva de aprendizaje, es así como se ha demostrado que una hora de realidad virtual equivale a siete horas.

Superar fobias, simulación de operaciones en medicina, terapia por la depresión o para pasar un buen momento, son algunos de los eclécticos usos que se les ha otorgado a la realidad virtual, y que consiste en la inmersión sensorial basada en entornos generados de forma artificial o natural mediante grabaciones de alta calidad en 360º, los que podemos percibir gracias a unas gafas de realidad virtual y accesorios que van desde cascos de audio, guantes y otros.

El objetivo de esta tecnología es crear un mundo ficticio del cual el usuario puede formar parte e incluso ser el protagonista. Así lo que se veía como un elemento futurista hoy se está incorporando a diversas actividades cotidianas, sumándose a esta avanzada tecnología la Universidad Arturo Prat, en su carrera de Ingeniería Ejecución y Prevención de Riesgos, pregrado trabajador, así lo señala su coordinador general, Marcelo Ortiz.

“El proyecto nace el 2018 cuando en el proceso de autoevaluación de nuestra carrera vemos una debilidad que tiene que ver con las salidas a terreno a distintos ambientes o procesos industriales; producto de la lejanía, riesgos asociados, costos y logística operativa, como también administrativa de los posibles ámbitos laborales. Tenemos que pensar que al efectuar visitas en terreno hay que considerar distintos elementos, que se complican aún más en las carreras de Pregrado Trabajador, donde quienes estudian deben compatibilizar su tiempo con las actividades académicas, el trabajo y muchas veces la familia. Por ello, es muy difícil para alguien que viva y estudie en el norte del país efectuar una práctica al otro extremo “.

Ante esto el profesional destacó “Pensamos entonces darles una ventaja comparativa y traerles a nuestros estudiantes ambientes laborales al aula que aporten a su formación como futuros ingenieros, pero que por distancia no están a su alcance, así surge la idea de experimentar con las gafas de realidad virtual”.

Ambientes laborales

De esta manera, la idea es grabar ambientes laborales y procesos productivos en 360 grados, editándolos y traspasándolos a las gafas para que así, automáticamente quede el estudiante sumergido en ese contexto, sea esta una minera, forestal, pesquera o puerto, entre otros. “Así podrán acceder a ambientes a los que no podrían alcanzar por distancia o costos, y una vez inmersos el profesor podrá ir monitoreando y  generando instrumentos de evaluación pertinentes “.

Esta tecnología que ya se utiliza en países como en España, EEUU, México, República Checa y otros, en Chile tiene un uso aún limitado, siendo nuestra Casa de Estudios Superiores una de las primeras instituciones de educación superior en el norte que contempla su utilidad en el área educativa.

“La Realidad Virtual posee un enorme potencial para simular situaciones en diversos campos del mundo real, particularmente en el campo de la educación, donde sus características de inmersión, aprendizaje en primera persona, interacción no simbólica, son de gran ayuda para el proceso de enseñanza/aprendizaje, logrando aprendizajes más significativos donde además pueden incorporarse los distintos estilos de aprendizaje de los estudiantes”, resalta Ortiz.

Desarrollo de software

De acuerdo a Marcelo Ortiz, la idea -que surgió del Rector Gustavo Soto- es que la UNAP no solamente implemente un laboratorio de realidad virtual, sino una unidad especial de desarrollo de material didáctico para docentes que apoye el trabajo en aula y que pueda ser utilizado tanto por la carrera de Ingeniería de Ejecución en Prevención de Riesgos como por otras.

“Las posibilidades son enormes, ya que lo esencial es que la realidad virtual genera aprendizajes inmersivos y más significativos. De acuerdo a la escala de aprendizaje, es un aprender haciendo, lo que constituye una manera efectiva de aportar al desarrollo de competencias y habilidades a las que no podrían acceder sin esta nueva tecnología. Asimismo, nuestra idea es evaluar su efectividad y poco a poco comenzar a implementarla en otras carreras en las que sin duda puede ser una gran contribución a los procesos formativos”, afirmó la máxima autoridad universitaria.

Finalmente, aclaró Ortiz que esta iniciativa será presentada en el mes de noviembre mediante un proyecto de innovación docente, con la idea de aplicarla primeramente en la asignatura de Evaluación de Riesgos Específicos. “Hoy sabemos lo que podemos hacer y estaremos contribuyendo de manera muy potente a la homologación del conocimiento a nivel nacional, ya que nuestra carrera está presente en todos los Centros Docentes y de Vinculación al igual que en la Sede Victoria  y  Casa Central.  Esperamos que esto sea un gran paso para esta carrera y para la Institución. La incorporación de la realidad virtual y su adaptación a nivel usuario supondrá un antes y un después que nos permitirá continuar formando a los mejores profesionales, convirtiendo una debilidad en una fortaleza”.