Por: Marcelo Díaz D. y Patricio Rosas B. Diputados de la República
Fomentar la esterilización masculina a través de acciones de promoción por parte de los establecimientos de salud que cuenten con unidades de urología, es el objetivo del proyecto de ley que hemos impulsado en la Cámara de Diputados y que tiene un respaldo transversal de los partidos políticos. Donde buscamos la igualdad de derechos sexuales y reproductivos entre hombres y mujeres. Hasta hoy, somos un país que ha cargado toda la responsabilidad en esta materia a las mujeres. Sin embargo, se hace indispensable que el hombre también participe en el control de la natalidad. Eso contribuirá a terminar con la discriminación en cuanto a derechos sexuales y reproductivos.
Según datos del Ministerio de Salud entre el año 2008 y 2014 se produjo una caída sostenida en las esterilizaciones masculinas en los hospitales públicos, fenómeno completamente inverso a lo que ocurre en el sector privado de la salud en el mismo período.
Por eso hemos impulsado este Proyecto de Ley, que busca fomentar el control de la natalidad a través de la vasectomía, ya que aun en nuestros días son muy pocos los hombres que hacen uso de este método de planificación. Quizás por temores infundados desde el machismo, donde se cree que la anticoncepción es solo un tema de la mujer.
A partir de ese desconocimiento, se crean mitos que impiden a la gente hacerse procedimientos como éstos, mitos que no se corresponden con la realidad. Este es un llamado como sociedad a que la planificación familiar sea un tema tanto de hombres y mujeres.
La vasectomía es el método anticonceptivo más seguro que existe hoy en día, incluso más que la ligadura de trompas en las mujeres mediante un procedimiento sencillo, la duración promedio es cercana a los 15 minutos, y la realiza un urólogo con anestesia local en un pabellón de cirugía menor, siendo un método más seguro, porque no tiene prácticamente ninguna complicación. Y, por sobre todas las cosas, no afecta la función sexual.
Estimamos que los establecimientos de las redes asistenciales de salud del país, deben promocionar y tender a implementar en términos equitativos las acciones de salud que tengan por objeto la esterilización voluntaria de los hombres y mujeres por igual. Es una cuestión profundamente discriminatoria y sexista que debe corregirse en el Chile de hoy.
Por eso la promoción adecuada y en forma equitativa de la salud sexual y reproductiva es sumamente relevante para el país. Porque implica comprometerse y valorizar buena parte del catálogo de derechos que nuestra Constitución y diversos Tratados Internacionales ratificados por Chile. Dicha tarea de promoción permitirá acortar las brechas discriminatorias de carácter sexista que siguen existiendo en la regulación de la fecundidad hasta en nuestra actualidad.
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