Durante su exposición “Neurociencias y Gestión Emocional” en la primera de las charlas del Ciclo de Conferencias “Sentir para Educar y Educar para Sentir: Las emociones protagonistas del aprendizaje”, el profesional relevó aspectos y elementos esenciales en el proceso emocional
Destacada exposición que realizó el pasado 26 de mayo, Xavier Oriol, Doctor en Psicología y Licenciado en Psicopedagogía de la Universidad de Lleida, actualmente profesor-investigador Distinguido Beatriz Galindo en el Departamento de Psicología de la Universidad de Girona, siendo la primera cita del Ciclo de Conferencias: “Sentir para Educar y Educar para Sentir: Las emociones protagonistas del aprendizaje”, de un total de 4 fechas que llevará adelante Fundación Minera Escondida durante el 2021.
Oriol destacado experto español es un Psicopedagogo con vasta experiencia en investigaciones y publicaciones en temáticas de Emociones; Regulación Emocional Intra e Interpersonal; Bienestar Subjetivo y Sistema de protección a la Infancia. El Doctor en Psicología de la Universidad de Lleida de España, expuso sobre “Neurociencia y Gestión Emocional”, relevando el papel principal que juega el manejo de las emociones en la educación de los niños y las niñas actualmente.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar la “Neurociencia y Gestión Emocional” en el desarrollo educativo?
Es fundamental. Una de las cosas que está sucediendo desde hace años, es que la motivación de los estudiantes ha ido disminuyendo bastante. Esta es una discusión que tenemos en la Universidad, en las escuelas, en los liceos y se da porque muchas de las clases que estamos dando o los formatos que tenemos para enseñar o educar, se asemejan poco a su realidad. Cuando los estudiantes sienten que lo que estás explicando no es importante para ellos, se desconectan. Si eso se comprendiera en nuestros procesos emocionales podríamos generar instancias emocionalmente mucho más atractivas y por lo tanto que ese aprendizaje sea mucho más significativo.
Al respecto estamos al debe, porque las aulas hoy en el 2021 están funcionando como en 1950: con un docente sentado dando la clase frente a los alumnos. Se habla mucho hoy en día del aprendizaje centrado en el alumno, pero a la hora de la verdad, eso no es así. Nos falta darles más protagonismo a los estudiantes y que las clases sean más lúdicas; tenemos que saber que piensan y que sienten y en base a eso programar metodologías que se ajusten más a sus intereses. Donde además ellos sean los protagonistas de su propio aprendizaje. Es muy importante que les acompañemos para que adquieran herramientas de autoaprendizaje y ello requiere un importante desarrollo de su autoconocimiento y sus habilidades socioemocionales.
Usted tiene gran experiencia en temáticas como: Emociones; Regulación Emocional Intra e Interpersonal. ¿De qué forma los establecimientos educacionales deberían considerar estos temas en el proceso de aprendizaje de los niños y niñas?
Estaba viendo una nueva web de Cataluña donde se establecen las competencias laborales más relevantes hoy en día. Se habla del trabajo en equipo, manejarse en la complejidad, tolerancia a la frustración. Si al final para el mercado laboral son tan importantes estas cualidades, ¿por qué nosotros no entendemos que eso es fundamental de educar y trabajar en las primeras edades?
Conozco empresas que señalan que tienen personas que les cuesta mucho regular sus emociones, que les cuesta mucho relacionarse. Si sabemos que esto es básico en el mercado laboral, ¿por qué no entendemos que es muy importante en la educación?. Las competencias emocionales son primordiales en el quehacer diario. ¿Cómo gestionamos las decisiones y todo nuestro comportamiento respecto a nuestra forma de sentir?. Para que este tipo de competencias puedan desarrollarse en el currículo académico, primero hay que generar formación para que los docentes desarrollen sus propias competencias emocionales. Pero esta formación tiene que ser muy experiencial. Aprender a gestionar las emociones requiere identificar las emociones en contextos específicos y las repercusiones que esas emociones tienen en nuestros pensamientos, nuestro comportamiento y nuestra toma de decisiones.
Desde su punto de vista, si los docentes, educadores y apoderados consideran está información tan relevante y la utilizan, ¿cuál sería el beneficio a corto y largo plazo para los y las estudiantes?
Muchas veces hay que darle espacios a las familias para que se expresen emocionalmente, estableciendo un contacto mucho más fluido entre escuela y apoderados. Muchas veces esto no es así, porque a la escuela le cuesta relacionarse con las familias. A veces los docentes sienten que los apoderados están en contra de ellos y por otro lado los apoderados no le dan el reconocimiento que merecen a los docentes. Ello requiere que los docentes puedan comprender que los padres en muchas ocasiones sienten miedo y culpa ante su ejercicio de maternidad/paternidad y eso hace que proyecten esos miedos hacia la escuela. Acompañar a los apoderados a que gestionen esos miedos facilitaría su participación en la escuela. Ello por otro lado implica que hay que tenerles en cuenta en la toma de decisiones y hacerles partícipes de los aprendizajes de sus hijos.
Por otro lado, también hay que enseñar a los apoderados para que comprender bien el rol del docente en la escuela y la importancia de su labor. Solo de esta forma se pueden establecer un trabajo colaborativo que revierte en una mejor educación integral de los estudiantes.
Nuestro sistema nervioso va cambiando. ¿Cómo lo podemos ir educando en los niños y las niñas?
Con los niños pequeños se pueden trabajar muchas técnicas de relajación, enseñándoles técnicas para respirar. Enseñándoles que cuando comienzan a sentir rabia pueden respirar, como inflando un globo, con eso calmarán sus nervios y disminuirán su reactividad emocional. El sistema nervioso cuando tú lo hiperactivas, -eso pasa en cualquier situación en la que tú te sientas muy nervioso-, generas un miedo intenso e inseguridad hacia el entorno. Es ahí cuando es importante enseñarle a tu sistema nervioso que puede volver a un estado de calma y acostumbrarle a estar más regulado. Eso es fundamental para el bienestar. Cuando nuestro sistema nervioso tiene un equilibrio homeostático es cuando percibimos un mayor bienestar y estamos más abiertos a mantener unas relaciones interpersonales más fluidas.
¿Qué estrategias emocionales se podrían realizar para el desarrollo emocional en los niños y niñas?
El tema de la mentalización es fundamental. En primer lugar, hay que ayudar a niños y niñas a regular sus emociones, hablando de ellas y analizando lo que les ocurre. Este trabajo se puede hacer reconociendo sus emociones de forma lúdica, a través de cuentos, el teatro e historias, por ejemplo, para poder reconocer sus diferentes emociones, dándole espacio a su emocionalidad. Por otro lado, el reconocimiento de las emociones de otros niños/as y la comprensión de cómo se sienten en una situación concreta fa favoreciendo su capacidad de mentalización. Ayudarles a identificar la experiencia de bienestar después de ayudar a otro es fundamental para ir fomentando la prosocialidad des de las primeras edades.
¿Por qué es importante la compasión y gratitud? y ¿cómo podemos incentivar la compasión y gratitud en los niños y niñas en las aulas virtuales?
La compasión y gratitud son lo que llamamos emociones que trascienden al propio self, porque son emociones que se relacionan con el bienestar de los demás. Estas emociones promueven la experiencia de bienestar cuando ayudo a otros y eso hay que educarlo, comprendiendo que es muy beneficioso para mi propio bienestar, pero también para otras personas.
Si nosotros somos capaces de enseñar esto a niños y niñas, van a poder incorporarlo y comprenderlo como algo habitual, como el acto de agradecer. Por ejemplo, en Perú los niños crecen agradeciendo a la Pacha Mama por sus bondades; esto permite comprender que la reciprocidad es fundamental para el bienestar común. Yo ayudo a otros y otros me ayudan a mí. La cooperación es básica para el ser humano y así hay que hacérselo entender a los niños/as des de bien pequeños.
En las aulas virtuales también podemos fomentar estas emociones, realizando actividades que promuevan su cooperación y donde se reflexione sobre los beneficios de cooperar para lograr objetivos comunes como grupo. También se puede asignar roles para que aprendan lo que implica compartir responsabilidades. Y se puede ayudar a identificar las emociones en situaciones específicas. Reflexionar sobre cómo se sienten los diferentes actores relacionados con el conflicto. E ir buscando estrategias para resolver esos conflictos de la forma más asertiva posible enfatizando los beneficios que ello tiene para uno mismo y para el grupo.